martes, 16 de marzo de 2010

Sobre creencias

Cuenta una historia que una vez un científico demostró ante un gran auditorio la existencia de Dios. Todos los presentes se quedaron maravillados ante la elocuencia y formalismo científico de los argumentos expuestos. Al día siguiente el mismo científico demostró con igual rigor y ante el mismo auditorio la inexistencia de Dios.

Una vez le preguntaron al gran físico Carl Sagan sobre el tema y respondió con un argumento como este: “si me preguntan como físico sobre la necesidad de alguna inteligencia divina para entender el origen físico del universo yo diría que la existencia de Dios no se hace necesaria. Lo único que me deja perplejo es como el funcionamiento del universo puede ser tan bien expresado usando ecuaciones matemáticas”. Para este científico Dios - si por acaso existiera- debería ser un gran matemático. De la misma manera para un artista la Divinidad sería la máxima expresión de la creatividad.

Una de las maravillas de transitar más allá de lo mental es que nos podemos librar de creencias, teologías y teorías sobre lo espiritual. Si todos hiciéramos este trabajo tal vez todas las iglesias y sectas entrarían en fase de extinción (como ocurrió alguna vez con los dinosaurios), llevándose consigo y para siempre todos sus dogmas e inquisidores.

En el silencio profundo de la meditación y en la entrega de la devoción la existencia o inexistencia de Dios deja de ser un problema. Y como en ese estado no hay palabras ni pensamientos, tampoco hay teologías ni teorías. Esto nos abre un espacio para sentir y a vislumbrar una suave y cálida presencia: la del Ser, manifestandose expontanea y libremente en cada uno de nosotros.

domingo, 7 de marzo de 2010

Sobre simplicidad y espiritualidad

La práctica espiritual eficaz está marcada por la simplicidad. No es por acaso que un gran número de santos e iluminados haya pasado lejos de las sofisticadas escuelas del conocimiento intelectual, de las universidades y hasta de los conventos e iglesias que cultivan sus pesados y doloros dogmas desde milenios.

Y si aún tenemos dudas sobre esto, podemos recordar el tono simple de las enseñanzas de Jesús, Buda, Lao Tze, San Francisco de Asís, Yogananda, Ramana Maharishi, Maha Krishna Swami, Ramakrishna, Milarepa e tantos otros.

Esta simplicidad está definida en la forma como el Ser actúa en el universo y es una decisión del mismo. Así de simple es la cuestión.

Jesús inmortaliza este hecho al agradecer en su evangelio la simplicidad del Ser: “Yo te agradezco Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios e inteligentes, y las revelaste a los pequeños y simples. Sí Padre, porque fue así de tu agrado”.

Este hecho es importante de comprender, pues la posibilidad de estar alerta, con la mente calmada y con las emociones desvanecidas en el silencio amoroso y profundo es un derecho de todos.

La esencia del Ser puede ser captada en la belleza e sabiduría que se revela en la naturaleza. Esta
esencia sustenta la manifestación como un todo y se expresa de manera sutil y poética en la respiración. Podemos sentir el Ser siendo inhalado y exhalado, de manera tranquila y sin ansiedad. La Conciencia que emerge de este hecho nos indica de que nuestra propia esencia tambien está siendo inhalada y exhalada.

Esta percepción silenciosa, tranquila y sin pretensiones la podemos llamar de Meditación. Y la entrega, paz, alegría y agradecimiento que sentimos en este estado emerge como un acto de Devocion natural.

(ver detalles de una práctica meditativa simple en: http://espiritualidadparatodos.blogspot.com/2010/01/dios-es-amor.html).