Mi caro amigo Alvaro José Payán me decía que cierta vez le preguntaron a Gonzalo Arango sobre los cimientos del nadadismo. El profeta, como era llamado, habría respondido que un día, estando en Cali, se vio en una encrucijada: entre el suicidio y ... (puntos suspensivos). Según este relato, el nadadismo habría nacido de esos puntos suspensivos. Como consecuencia Gonzalo Arango se trasladó a Medellín, iniciando la difícil tarea de transformar la cultura colombiana.
En otra ocasión Alvaro José me habló sobre el poeta colombiano Raul Gómez Jattín, "El Putas", mostrándome algo sobre la bella obra de esta especie de poeta maldito. Yo le respondí que cada país genera sus poetas malditos, por ejemplo Francia con Charles Pierre Baudelaire. Una vez el poeta nicaragüense Rubén Darío viajó a París para realizar el sueño de encontrar personalmente al gran artista. En el encuentro Baudelaire estaba en un bar, Rubén Darío lo vio y le dijo algo como esto: "que gloria encontrar en persona a un grande poeta". Baudelaire, permaneció cabizbajo y finalmente respondió en voz baja: "mierda, mierda, mierda" – sin duda una curiosa y enigmática respuesta para un largo y trabajoso viaje.
Me parece que esto muestra un rasgo importante del artista o de todo ser humano honesto: sólo se conforma con lo Infinito y con lo Eterno.
Gonzalo Arango decía algo en esta dirección en un manifiesto escrito antes de la experiencia espiritual que transformaría su vida. No se conformaba con cualquier poder o gloria: quería el poder y la gloria absolutos. No era el poder que anhelan los dictadores y los políticos de pacotilla que gobiernan nuestros países, departamentos, estados y municipios. Y podríamos incluir en la lista a tantos otros tipos de sujetos alucinados por el poder. Pero ahí está la diferencia, pues este tipo de poder y gloria no le interesaba.
Cualquier experiencia humana tiene la característica de ser limitada en el espacio y en el tiempo, y por este motivo la honestidad nos hace caer de pico en la espiritualidad. Y podríamos incluir en la lista cualquier experiencia sexual y pasional, o inducida artificialmente por cualquier medio.
De cierta manera puedo afirmar que la espiritualidad es una respuesta a la honestidad que el ser humano asume en algún momento de su vida. Esto es suficiente para estar en el camino… (los puntos suspensivos son en homenaje a Gonzalo Arango).
A la manera de ver del autor de este blog, puntos suspensivos similares han marcado su camino recorrido en todos estos años. Muchos años a bordo de sí mismo, parafraseando el título de la obra del escritor colombiano Eduardo Zalamea Borda: “Cuatro años a bordo de mí mismo”.
En este blog, el autor tratará de temas musicales, artísticos, científicos, tecnológicos y espirituales.
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