Devoto: hemos conversado sobre la relación entre amor y fe, mas ha quedado al descubierto la fragilidad de nuestros conceptos sobre estos temas.
Maestro: no existe nada de raro y misterioso. Tanto el amor como la fe son complementares y pueden ser sentidos por cada uno de nosotros en diferentes niveles.
Devoto: esto no está claro para mí, por ejemplo ¿cómo podrían ser vistas estas cosas en diferentes niveles?
Maestro: usted puede sentir el amor tal como aparece en la películas, o como es descrito en las canciones populares. Si usted se identifica con tales descripciones ese nivel está bien para usted. Pero también sería posible sentirlo como una capacidad de integración con la naturaleza. Y esto no descartaría nada de lo que se describe en las películas y en las novelas. Sólo sería una perspectiva más esclarecida, dando menos margen al sufrimiento. Ahí usted estaría en otro nivel, en donde la dualidad, y los conflictos que la misma trae, no tendrían tanto efecto sobre su sentir.
Devoto: ¿y qué otro nivel puede ser sentido?
Maestro: en la experiencia del silencio interior el practicante puede verificar, poco a poco, que el Amor es una fuerza única, y que es la base de su propia naturaleza. El devoto sentirá que no hay diferencia entre esa fuerza y su experiencia del self. Y siendo una fuerza integradora, dejará de sentirse aislado de todos los seres de la naturaleza. En ese estado automáticamente ejercerá el Amor como Acción. Esto es lo que siempre ha sido llamada de Compasión. Esa misma acción amorosa es supremamente creativa, siendo descrita en algunas tradiciones espirituales como El Verbo.
Devoto: y sobre los niveles que la fe puede tener ¿qué podría decirnos?
Maestro: en un primer nivel la fe es ejercida como creencia.
Devoto: y qué otros niveles puede tener la fe?
Maestro: cuando el devoto comprende que no tiene contol de nada, ni siquiera sobre sí mismo, aparece un nuevo nivel de Fe. En verdad la idea de tener "control sobre algo" es percibida en este estado como otra simple creencia. En esta perspectiva el devoto acostumbra a identificarse con la frase “todo está bien conmigo y con todo”, y esto requiere una alta capacidad de entrega y de honestidad. Como resultado de su nueva perspectiva el devoto va detrás de la Fuerza que Actúa, dentro de sí mismo, a través da la auto investigación. Con el tiempo percibe que esa fuerza mueve toda la naturaleza, dejando de sentirse él mismo como el “hacedor” de algo. Nuevamente un sentir de integración y de continuidad es experimentado.